No Olvides Los Beneficios De Dios

A woman with curly black hair and glasses sits in a brightly lit room with blue walls. She wears a light blue crocheted top and holds an open book on her lap. Behind her are framed artworks, a standing spotlight, a bicycle, and a blue sofa.

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No Olvides Los Beneficios De Dios

Por Nelsi Rossi https://sanidadespiritual.com/

Bendice, oh alma mía, al SEÑOR. Bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, oh alma mía, al SEÑOR y no olvides ninguno de sus beneficios. (Salmos 69:30)

En respuesta a la gracia y a la misericordia de Dios mucho más que a mis oraciones, hoy puedo disfrutar de su paz y su gozo como mis mayores bendiciones.

Dios nos colma cada día de sus beneficios (Salmos 68:19) Porque tiene pensamientos de bien y no de mal para darnos un futuro lleno de esperanza. (Jeremías 29:11)

He aquí que la mano del Señor no se ha acortado para ayudar a cada uno de los que claman a él en busca de ayuda. Dios es nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Él es nuestro socorro.

Dios siempre está esperando la apertura y disposición de nuestro corazón para derramar más de su Espíritu Santo. Pues, su palabra dice que Él no da el Espíritu por medida (Juan 3:34)

El Señor quiere bendecirnos rebosantemente para que entonces podamos decir como dijo el salmista David: Me preparas un banquete en presencia de mis enemigos. Me honras ungiendo mi cabeza con aceite. Mi copa se desborda de bendiciones. (Salmos 23:5)

Te invito a unir nuestras voces para exaltar con gratitud el nombre del Señor como un memorial por los beneficios recibidos:

 Amado Jesús, eres el regalo de vida celestial,

Eres quien nos da la lluvia temprana y tardía.

Por amor riegas nuestra tierra evitando la sequía,

Eres el agua viva más pura que la del manantial.

Eres la mejor inspiración que alegra mis días,

Me acuerdo de ti de noche y me haces suspirar.

Me has contagiado con tu risa y con tu alegría,

Que hoy puedo decir: ¡Me has hecho enamorar!

Por tus misericordias y sublime gracia te exalto,

Por darme mucho más de lo que pido o entiendo.

Hacia ti Levanto mi voz y entono un nuevo canto,

Te rindo una vez más mi vida ¡oh mi Padre eterno!