Tiempo para el Cambio

Por: Nelsi Rossi https://sanidadespiritual.com/

No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta. (Romanos 12:2) NTV

Cada día el mundo se corrompe más y más: ¡Es alarmante la inmoralidad! A lo malo llaman bueno y a lo bueno malo. Cada quien elige un estilo de vida regido por sus propios estándares. ¡El pecado es normalidad! En fin… ¡“Han sacado” a Dios de su propia esfera!

 ¿Y qué es “el mundo”? 

El mundo es un sistema que no le permite al ser humano renovar su mente. Solo lo convierte en un ser conformista y a la vez en un esclavo.

Mundo Es esa esfera de la sociedad que reúne todas las fuerzas opuestas a la voluntad de Dios y a su Reino.

Mundo Es un sistema que se opone al progreso espiritual del ser humano.

Mundo Es la suma de todas las influencias que emanan de los seres humanos y de las cosas que están a su alrededor para alejarlos de Dios. (Tomado del Diccionario Bibliatodo)

Mi definición de Mundo: Molde que te somete y esclaviza para que hagas su voluntad y no la de Dios.

Quizás tú podrías decir: ¡Pero la ciencia ha aumentado!  ¡Hay avances tecnológicos! ¡Hay nuevos descubrimientos! ¿No nos muestra esto que la mente del ser humano se está renovando?

¡No definitivamente! Esto solo es un avance del conocimiento, mas no un cambio del pensamiento humano, el cual se logra al vivir la palabra de Dios.

La mente se renueva en la medida que se establezca en ella los principios bíblicos de la sabiduría espiritual y no del conocimiento meramente racional.

Una mente renovada hace que una persona sea diferente de lo que antes era: Diferente en el hablar. Diferente en el actuar. Diferente en el pensar. Diferente en la manera de tomar sus decisiones. ¡Esto es transformación!

De modo que, si la transformación se origina en la mente, es allí donde el enemigo de nuestras almas va a atacar con mayor fuerza para impedirlo.

Cuando somos transformados, se clarifican las dudas y las confusiones. Tendremos menos preguntas incoherentes y más respuestas comprensibles. En razón de ello es que hemos oído decir ciento de veces: ¿Por qué Dios permite esto o aquello? ¿Por qué sucede de esta u otra manera? Lo cual revela no haber sido transformados. Pues, si lo fueran, comprobarían la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

¿Quieres comprobar la voluntad del Señor?

Déjate transformar renovando tu mente.

Así cuando el Espíritu te hable calladamente,

Podrás percibir su voz dentro de tu corazón.

Él te va a decir qué debes hacer exactamente,

Pues él lo sabe todo y siempre tiene la razón.

¡No al sistema que el mundo ha implantado!

Rechaza con determinación sus insinuaciones.

Porque el maligno quiere tenerte esclavizado.

Con distracciones y todo tipo de tentaciones.

La orden del Señor es NO a la conformidad,

Pero con énfasis dice SÍ a la transformación.

Estemos siempre dispuestos a la renovación,

Por su buena agradable y perfecta voluntad.

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