Fascitis plantar dolorosa y espolones calcáneos

Ilustración anatómica de un pie que muestra huesos, tendones y ligamentos. La imagen resalta el área del talón en rojo, lo que indica inflamación o lesión. La superposición semitransparente revela la estructura interna contra un fondo oscuro.

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Fascitis plantar dolorosa y espolones calcáneos

Fascitis plantar y espolones calcáneos. Me duelen los pies. Especialmente los espolones calcáneos. En la edición de septiembre de 2019, escribí sobre el dolor de pies y sus múltiples causas. Analicemos dos de las razones más comunes del dolor de pies.

Fascitis plantar y espolones calcáneos.

Aunque muchos creen que la fascitis plantar y los espolones calcáneos son lo mismo, no lo son. Los síntomas y tratamientos suelen ser muy similares. Las causas son diferentes. Definamos cada uno.

¿Qué son la fascitis plantar y los espolones calcáneos?

Fascitis plantar.

La fascia es un tejido grueso y poderoso similar a un ligamento que sostiene el arco del pie y forma un puente sobre el arco. La fascia plantar absorbe las tensiones y presiones del peso que soportan nuestros pies. La respuesta natural del cuerpo a una lesión es la inflamación, que da como resultado el dolor de talón y la rigidez de la fascitis plantar.

Espolón calcáneo

Un espolón calcáneo es un crecimiento similar al hueso llamado depósito de calcio que se extiende entre el hueso del talón y el arco. Los espolones calcáneos no siempre causan dolor.

Las distensiones musculares y de ligamentos a largo plazo causan espolones calcáneos. El estrés excesivo hace que el hueso se vuelva reactivo y se envíe más calcio a la zona para curarlo. Este estrés,
en efecto, construye el espolón. Los espolones calcáneos se desarrollan con el tiempo.

Factores de riesgo de fascitis plantar y espolones calcáneos.

Los factores de riesgo de la fascitis plantar incluyen:

Músculos tensos en la pantorrilla,
obesidad, arco alto, actividad de impacto repetitivo como correr y ejercicio nuevo o aumentado.

Los factores de riesgo de los espolones calcáneos
incluyen:

Estrés repetitivo al caminar, correr o saltar sobre superficies duras.

También pueden desarrollarse
por usar zapatos que no brindan soporte al pie.

Los espolones calcáneos también pueden ser
causados ​​por artritis, hematomas en el talón, exceso de peso corporal, zapatos mal ajustados, uso de chanclas con demasiada frecuencia y zapatos desgastados.

Los síntomas

Los síntomas de la fascitis plantar
incluyen dolor en la planta del pie cerca del talón. Los primeros
pasos después de la inactividad, como levantarse de la cama o estar sentado durante un tiempo prolongado,
causan dolor. Este dolor mejora después de unos minutos de caminar. Un dolor más considerable
después (no durante) del ejercicio o la actividad

Los síntomas de los espolones calcáneos
pueden incluir dolor, inflamación, hinchazón en la parte delantera del talón y calor.
Algunos espolones calcáneos pueden no causar ningún síntoma.

Tratamiento para la fascitis plantar y los espolones calcáneos

El tratamiento para ambos es
similar. Estos incluyen:

Descanso, aplicación de
hielo, AINE, inyecciones de esteroides en el talón, ejercicios, zapatos de soporte o plantillas
ortopédicas, férulas nocturnas, fisioterapia y el último recurso es
la cirugía.

El tratamiento no quirúrgico
es el pilar del tratamiento. ¡RARAS VECES SE NECESITA CIRUGÍA!

Aunque no hay estudios disponibles, los aceites esenciales que actúan como antiinflamatorios naturales ayudan a reducir tanto el dolor como la hinchazón. Masajee estos aceites en los talones para aliviarlos. Estos incluyen los siguientes aceites: bergamota, eucalipto, hinojo, lavanda, naranja, romero, sésamo y tomillo. Ningún estudio concluyente ha demostrado o refutado esto. ¿Vale la pena intentarlo?