Amor Líquido
Por Celemma Lara
En el mes de las madres quiero elevar el impacto del vínculo madre – hijo que se forma en los primeros meses de vida. La madre cumple su función de alimentar al hijo, no sólo con el alimento más adecuado que la naturaleza ha previsto, la leche materna, sino también con el alimento del amor.
Son muchas las imágenes religiosas que muestran el acto de dar leche vinculada a lo sagrado.
Ya sabemos, gracias a las múltiples investigaciones científicas lo que la leche materna significa para el bebé. Entre las razones está que la madre transmite anticuerpos al niño, que lo protegen de múltiples enfermedades. La leche materna se digiere mejor, puesto que es el alimento natural. Los niños amamantados son más saludables, sufren de menos cólicos, alergias, diarreas y otros malestares. Porque la leche materna tiene la temperatura adecuada, no requiere ninguna manipulación y siempre está disponible. Por otra parte, las madres que amamantan a sus bebés, les transmiten una sensación de protección y seguridad, valiosa para su desarrollo psíquico e intelectual. Por si éstas no fueran suficientes razones, también la madre recibe de este acto una recompensa: una amorosa vinculación con su hijo, una especie de mágica conexión que le resulta, además, placentera.
Por todo lo anterior la profesora Luz Marina Rivas llama Al acto de amamantar: “Amor Líquido”
En las modernas ciudades se está volviendo común ver a las madres amamantando a sus hijos en lugares públicos, tal como desde hace siglos ocurre en diferentes lugares del mundo de forma natural. Sin embargo, para una gran cantidad de mujeres, en distintas culturas el pudor es un importante impedimento para la lactancia. Felizmente, en la actualidad contamos con recursos que hacen del amamantamiento una posibilidad en todo lugar: sostenes de lactancia y mantas de lactancia, que proporcionan a las madres toda la privacidad necesaria en los distintos espacios donde se desenvuelven con su bebé.
Mi gran afecto y felicitaciones a todas las madres, especialmente a aquellas que han decidido amamantar a sus hijos y también a aquellas que por razones ajenas a su voluntad no pudieron realizar este hermoso acto.
La lactancia es más que leche materna, es compartir Amor Líquido.