SALVEMOS LA FAMILIA
Por Nelsi Rossi https://sanidadespiritual.com/
Como ya no son dos sino uno, que nadie separe lo que Dios ha unido. Mateo 19:6 (NTV)
Existe un alto índice de matrimonios separados y divorciados en todas las culturas. También hay cónyuges que, aunque conviven bajo el mismo techo, lo único que los une son los acuerdos económicos y la “fachada” ante la sociedad. ¿No le parece que esto sea un llamado de atención urgente a la Iglesia de Cristo?
Se dice que las parejas perdurables son aquellas que han aprendido a amar en medio de cualquier circunstancia, para mantener viva la relación sin considerar la posibilidad del divorcio. Esa palabra no cabe en su vocabulario. ¡Claro! Quizás ellos escucharon el consejo del anciano. Se sometieron a las autoridades superiores. Honraron a sus padres. Acataron las normas morales…
La situación que cada vez se hace más evidente, podría ser vista como un fenómeno natural. Pero déjeme decirle que esto va más allá de lo racional, pues tiene un trasfondo espiritual y por ende un protagonista, tal como se describe en Juan 10:10. El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Con esa vida abundante en Cristo Jesús, aunque haya conflicto ocasionado por el maligno, seguimos creyendo en la palabra del Todopoderoso que dice: No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. (Isaías 41:10).
De modo que la iglesia sigue diciendo: “En Dios haremos proezas, y Él aplastará a nuestros enemigos.” (Salmo 108:12-13) (Daniel 11:32)
Es necesario que examinemos y nos preguntemos,
¿A favor de la familia, la iglesia que está haciendo?
¿Solamente comentamos, pero nada resolvemos?
¡Hay muchos hogares que se están destruyendo!
Hermano, si usted ora y clama continuamente,
Por ser parte de la iglesia gloriosa del Señor.
Dios le bendiga y también le recompense,
Derramando más de su gracia y de su amor.
Exaltemos el nombre de Cristo, demos a Él Alabanza.
Adoremos su santo Nombre con un corazón rendido.
Familias que me escuchan recuperen el amor perdido,
Por favor retornen al Señor. Él es la única esperanza.
Con esta voz de alerta hoy les quiero comunicar,
Que Cristo pagó el precio en la cruz por su hogar.
Él trae solución al problema que te separaba,
Y renueva el vínculo con su sangre derramada.
