No Temas, Yo Te Ayudo

No Temas, Yo Te Ayudo Por Nelsi Rossi https://sanidadespiritual.com/ Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. (Isaías 41:13) Me gusta oír mencionar mi nombre, es muy sonoro y además genera un clima de confianza. ¿Será que oír…

No Temas, Yo Te Ayudo

Por Nelsi Rossi https://sanidadespiritual.com/

Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. (Isaías 41:13)

Me gusta oír mencionar mi nombre, es muy sonoro y además genera un clima de confianza. ¿Será que oír el nombre personal de Dios produce el mismo efecto?

Oigamos a Dios hablando a Israel en un momento de amedrentamiento:

Isaías 41

V. 8Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo”.

V.9 “Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché”.

V.10“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”.

A la altura del versículo 13 Dios se identifica con su nombre personal y le dice a su pueblo quien es él y lo que puede hacer a su favor: “Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo”.

Yo también soy pueblo de Dios, por tanto, a mí me está hablando. Me está diciendo: “soy tu Dios”. “Te sostengo de tu mano derecha”. “No temas, yo te ayudo”.

Es necesario oír a Dios hablar para sentirnos seguros, protegidos y libres de temor. Pues el temor es un enemigo que produce parálisis, acorrala, hace perder la visión, e incapacita para cumplir nuestro llamado.

El temor nos hace sentir solos e indefensos. Nos hace Perder la seguridad de que Dios está a nuestro lado. Pero justo es en esos momentos cuando la mano del Señor se posa sobre la nuestra para sostenernos cuando estamos a punto de desmayar. No lo había mirado de esta manera. Tampoco me había dado cuenta que, mientras el Señor nos sostiene de la mano derecha, nos habla. Es así como recibimos aliento y fortaleza para permanecer en pie. Dios nos sostiene y conforta con sus palabras para hacernos sentir Su presencia.

¿Quién es tu Señor? Quisiera preguntar,

Para mí es aquel me sostiene y ayuda,

Quien me alienta y me lleva a descansar.

Jehová el Señor es su nombre personal,

Él es mi apoyo cuando siento desmayar,

Es el que me da fe y hecha fuera la duda.

Señor, muchas gracias por sustentarme,

Tú lo sabes todo, tú sabes lo que necesito.

Dentro de mi ser te lo he pedido a gritos,

Diciendo ¡Ven Santo Espíritu a ayudarme!

Has llegado como no podría imaginarme,

Trayendo paz y alegría en todo momento.

Cambiaste para siempre en baile mi lamento,

¡Oh Señor, qué manera singular de amarme!

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