Entrevista con Manari Ushigua – Líder Político y Espiritual de la Nación Sápara
Por Editha Torres, 7 de Octubre de 2024
“Lo que pasó conmigo es que mi papá era un líder del mundo Sápara, pero a él no le gustaba la conexión con el mundo de afuera; él quería liderar solo en la selva y con la gente de la selva. Cuando yo estaba con él, yo era un niño que me quería mucho mi papá, entonces él me dijo que yo tenía que salir a la ciudad y empezar a estudiar.” —Líder Manari Ushigua.
Sentada en mi escritorio de trabajo, con una computadora frente a mí, podía verlo, pero todavía no lograba escucharlo, quizá por estar conectados a más de 2000 millas de distancia: Manari en la Amazonía ecuatoriana y yo desde Florida. Nuevamente, nos volvimos a conectar a la llamada, ahora con éxito. Terminando su día de trabajo, continuaba con su auténtica pintura, con simbología Sápara, en el rostro. Manari es un curandero y líder de la Nación Sápara, exvicepresidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), y ha defendido los derechos indígenas en foros internacionales como la “Cumbre del Clima” de la ONU. Ha conservado más de 276,000 hectáreas de bosque primario y ha recibido a numerosos visitantes en su comunidad, compartiendo su sabiduría ancestral, incluido el artista Channing Tatum, quien ha visitado Naku en territorio Sápara.
Nuestra platica comenzó explorando parte de su recorrido, su cosmovisión como ser humano y su profundo deseo de contribuir al conocimiento del mundo, integrando las enseñanzas que ha recibido de la sabiduría ancestral de la tierra, de los árboles y del mundo de los sueños. En medio de la entrevista, después de una pregunta retrospectiva sobre su niñez, recordó: “Mi papá tenía una misión para mí. En esa misión yo salí, pero me sentí como un niño rechazado, que no estaba con ellos. Me preguntaba: ¿por qué me están mandando a mí?, ¿por qué no mandan a otras personas?”. Lo comparte con serenidad en el rostro.
Entre tantas cosas que Manari tendría que aprender, hubo algo que su tía le hizo saber: “El mundo Sápara, lo que dijo Piatza, es que cuando llegan las culturas de otro mundo, la cultura Sápara se desaparece”. Él reconoce que cambiar eso quedó bajo su responsabilidad, pero admite que “luchar contra una profecía es muy complicado”. Por ello, tuvo que madurar rápidamente, pasando de niño a adulto sin vivir la juventud.
Su padre, su mentor y mayor consejero, lo dejó frente a un futuro incierto. Sin embargo, Manari considera que la sabiduría y enseñanzas de su padre continuaron manifestándose a través del mundo de los sueños, incluso después de su fallecimiento, cuando Manari tenía 22 años. Durante sus años como líder, comparte que sus mayores logros fueron el reconocimiento del país, logrando que su comunidad sea denominada “Nacionalidad Sápara” en 2022, y añadió: “Viendo eso, los demás nacionalidades en el país empezaron a escribir sus estatutos usando esa palabra, entonces fue un impacto muy grande”. Además, su territorio llegó a convertirse en Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Manari es un líder resiliente que ha encontrado en la profecía de su tía no un final, sino una oportunidad para compartir la sabiduría Sápara con el mundo. Él sostiene que: “Aunque nosotros vayamos desapareciendo en este mundo, la sabiduría nunca se va a desaparecer. Se va a quedar en el archivo global del mundo, que es la selva por un lado, y, por otro lado, se va a quedar en la memoria de las personas”. Además, resume la misión del ser humano, incluyéndose a sí mismo: “Nuestra misión para cada ser que hemos nacido en este planeta es dejar una buena historia y, con eso, la tierra se alimenta y se renueva su energía; siguen saliendo nuevas vidas en el planeta Tierra. Yo quiero dejar una buena historia para la tierra”.
Después de más de dos horas de una conversación fascinante, quedaron muchas preguntas en mi mente. Para concluir, hablamos sobre el amor, Manari dijo: “Mi consejo, como Manari, es que cuando las personas quieren enamorarse, primero deben enamorarse profundamente de su propia vida y, desde ahí, aprender a amarse a sí mismos. Ese amor propio es la medicina para nuestras emociones”. Luego, añadió: “Simplemente, yo voy a estar amándome a mí mismo, y otra persona va a conectar con esa energía y dirá: ‘Lo que hace esta persona empieza a transformarla en alguien muy especial para mí, porque me está dando mucha vida’”. Al final, concluyó: “Se da cuenta, valora, y la unión continúa”.