A los ojos de Dios, comienza a parecerse mucho a la Navidad cada vez que redescubrimos la sencillez de Su amor y nos inclinamos en agradecimiento y adoración, donde estemos y cualesquiera que sean nuestras circunstancias.
A los ojos de Dios, comienza a parecerse mucho a la Navidad cada vez que redescubrimos la sencillez de Su amor y nos inclinamos en agradecimiento y adoración, donde estemos y cualesquiera que sean nuestras circunstancias.