Entendiendo las complicaciones diabéticas

Un borrador automático revela un modelo realista de un corazón agrandado humano suspendido en un recipiente transparente lleno de líquido. El corazón de color marrón rojizo presenta venas visibles y el líquido que lo rodea tiene un tono amarillento, lo que sugiere una exhibición científica o educativa.

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Entendiendo las complicaciones diabéticas

Escrito por: Marcos Otero, Médico Asociado Jubilado

La diabetes, una afección que altera el procesamiento del azúcar en el cuerpo, puede provocar varias complicaciones si no se controla de manera efectiva. Es crucial comprender estas complicaciones comunes de la diabetes para comprender su impacto e importancia en la prevención de riesgos para la salud.

Enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular

Las personas con diabetes son más propensas a desarrollar problemas cardíacos y accidentes cerebrovasculares. El nivel alto de azúcar en la sangre puede dañar los vasos sanguíneos, lo que facilita la acumulación de depósitos de grasa. Esto puede provocar obstrucciones, lo que aumenta el riesgo de ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares.

Signos clave: Dolor en el pecho, dificultad para respirar, latidos cardíacos irregulares o debilidad repentina en un lado del cuerpo.

2. Daño renal (nefropatía diabética)

El nivel alto de azúcar en la sangre, resultado de la diabetes, puede dañar los delicados vasos sanguíneos de los riñones, lo que provoca enfermedad renal o incluso insuficiencia renal con el tiempo. Esto subraya la importancia del control del azúcar en la sangre para prevenir el daño renal.

Signos clave: hinchazón en pies y tobillos, fatiga, dificultad para concentrarse o cambios en la micción.

3. Problemas oculares (retinopatía diabética)

La diabetes puede dañar los vasos sanguíneos de los ojos, lo que puede provocar pérdida de la visión o ceguera. Otras afecciones, como las cataratas y el glaucoma, también son más comunes en las personas con diabetes.

Signos clave: Visión borrosa, manchas oscuras o dificultad para ver por la noche.

4. Daño a los nervios (neuropatía diabética)

El nivel alto de azúcar en la sangre puede dañar los nervios de todo el cuerpo, pero a menudo afecta primero los pies y las piernas. Esto puede provocar dolor, hormigueo o entumecimiento.

Signos clave: ardor o dolor agudo, pérdida de sensibilidad o dificultad de coordinación.

5. Problemas en los pies

El daño a los nervios y el flujo sanguíneo deficiente pueden provocar problemas graves en los pies, como úlceras o infecciones. En casos graves, esto puede resultar en la necesidad de amputación.

Signos clave: llagas abiertas, infecciones o pérdida de sensibilidad en los pies.

6. Infecciones y afecciones de la piel

Las personas con diabetes son propensas a problemas de la piel, incluidas infecciones bacterianas o fúngicas. El nivel alto de azúcar en la sangre facilita el crecimiento de gérmenes.

Signos clave: Piel enrojecida, hinchada o con picazón o erupciones persistentes.

7. Pérdida de audición

La diabetes puede dañar los nervios y los pequeños vasos sanguíneos de los oídos, lo que provoca dificultades auditivas.

Signos clave: Problemas para seguir conversaciones o necesidad de aumentar los niveles de volumen.

8. Enfermedad de Alzheimer y demencia

La diabetes aumenta el riesgo de deterioro cognitivo. Los científicos creen que el alto nivel de azúcar en la sangre y la resistencia a la insulina pueden desempeñar un papel en la salud del cerebro.

Signos clave: Pérdida de memoria, confusión o dificultad para resolver problemas.

9. Enfermedad de las encías (enfermedad periodontal)

El nivel alto de azúcar en la sangre puede debilitar las encías y los huesos que sostienen los dientes, lo que hace que las infecciones sean más probables y que la curación sea más lenta.

Signos clave: Encías enrojecidas e inflamadas, sangrado al cepillarse o dientes flojos.

Consejos de prevención

La buena noticia es que controlar el azúcar en la sangre puede reducir significativamente el riesgo de complicaciones. Estos son algunos consejos:

  • Controle su azúcar en la sangre: Revise regularmente y trate de mantenerlo dentro del rango objetivo establecido por su médico.
  • Alimentación saludable: Su dieta juega un papel importante en el control de la diabetes. Al elegir alimentos bajos en azúcar y altos en fibra, como verduras, cereales integrales y proteínas magras, puede tomar el control de su salud y reducir el riesgo de complicaciones.
  • Manténgase activo: El ejercicio regular ayuda a controlar el azúcar en la sangre y mantiene el corazón sano.
  • Chequeos de rutina: Las visitas regulares al médico, al dentista y al oftalmólogo pueden detectar problemas a tiempo.

Al mantenerse informado y proactivo, puede hacerse cargo de su salud y vivir de manera más saludable, incluso con diabetes. Recuerde, dar pequeños pasos todos los días puede marcar una gran diferencia para evitar complicaciones.

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