CELEBREMOS UN NUEVO DÍA
Por: Nelsi Rossi https://sanidadespiritual.com/
Su enojo dura sólo un momento, pero su bondad dura toda la vida. Tal vez lloremos durante la noche, pero en la mañana saltaremos de alegría. Salmos 30:5. (RVC)
¿Cuántas veces nos enojamos durante el día? ¿Cuántas veces nos habremos enojado por cosas insignificantes y aún por razones equivocadas?
¿Sabías que Dios también se enoja? ¡Claro que se enoja! Pero, a diferencia de nosotros, la ira de Dios es momentánea, por su eterno amor le da corta duración.
Es pues, entonces, el amor de Dios la más grande virtud que forma el carácter y ayuda a dominar el temperamento de los seres humanos hechos a su imagen y semejanza.
Por causa del pecado, algunas veces nos hemos sentido amenazados por la ira de Dios, olvidando el poder de su gracia. Dios es justo y santo, pero también es Dios de amor.
Hoy no es día de acusaciones. No permitamos que, por causa de nuestra desobediencia, el enemigo nos arrincone y nos haga infructuosos. Reconozcamos nuestra culpa, aceptemos el perdón de Dios; dejemos que su amor nos arrope y arrojémonos en sus brazos. Sequemos nuestras lágrimas y permanezcamos a su lado.
El llanto es opacado cuando asoma la alegría,
Siempre hay tiempo para celebrar el nuevo día.
Que el llanto en gozo se tenga que convertir,
Y la tristeza en canto que nos haga sonreír.
Con expectativa que algo bueno ha de suceder,
Cuando despertemos será un nuevo amanecer.
Invitemos al Señor a ser parte de éste día,
Celebremos lo que hoy hará con su favor.
¡Gracias Padre por sustentarnos con tu amor!
¡Te alabo porque has dado paz al alma mía!
Padre, envía consolación a todos los enlutados,
Colócales un manto de alegría como vestidura.
Quita el dolor de aquellos que están agobiados,
Para que puedan disfrutar el gozo que perdura.
Que no tengan memoria de lágrimas de dolor,
Sino, beban el bálsamo de El Gran Consolador.