APRENDED DE MÍ

APRENDED DE MÍ Por: Nelsi Rossi https://sanidadespiritual.com/ Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; (Mateo 11:29). En lo personal, considero que una de las virtudes más sobresalientes del ser humano es la humildad. Pero a su vez…

APRENDED DE MÍ

Por: Nelsi Rossi https://sanidadespiritual.com/

Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; (Mateo 11:29).

En lo personal, considero que una de las virtudes más sobresalientes del ser humano es la humildad. Pero a su vez solo debe ser reconocida por los demás. (Proverbios 27:2).

La Humildad Según el diccionario de la Real Academia de la lengua, es La virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades, y en el obrar de acuerdo con este conocimiento.


Dios da lecciones de humildad En todas las Sagradas Escrituras. En el libro de Proverbios y en los Evangelios especialmente, aprendemos qué es y qué no es la humildad.

La humildad Bíblica NO es despreciarnos, no es tener una opinión pobre de nosotros mismos, o auto afligirnos diciendo: “yo no soy nada, yo no valgo nada.”
La humildad a la cual se refiere la Biblia ES señal de madurez espiritual. la cual se manifiesta en la manera de someternos a las autoridades, y en los caminos que tomamos para resolver las dificultades.

La humildad bíblica es lo opuesto a la soberbia, a la arrogancia, jactancia, obstinación… Las cuales son caras de un mismo pecado: el orgullo.

Veamos dos antítesis de la Humildad:

“Mejor es humillar el espíritu con los humildes, que repartir despojos con los soberbios”. (Proverbios 16:19).

“La soberbia del hombre le abate; pero al humilde de espíritu sustenta la honra”. (Proverbios 29:23).

Conocemos a través de las Sagradas Escrituras, que la humildad fue lo que le permitió a Jesús ser exaltado por el Padre hasta lo sumo, y recibir un Nombre que es sobre todo nombre. (Filipenses 2:5-11).

Cuando estudiamos acerca de la vida del Señor Jesús, nos damos cuenta que él no se llamó a sí mismo Hijo de Dios, aunque sí lo era, sino que prefirió llamarse “el Hijo del Hombre” en señal de humildad.

Jesús no quiso recibir aplausos ni elogios de la gente. Por último, aceptó la Cruz que no merecía llevar, porque estaba dispuesto a hacer la voluntad del Padre. (Marcos 14:36).

 El Señor dice que nos humillemos y seremos exaltados,

Para que seamos reconocidos en el tiempo adecuado.

Este es un ejemplo que el Señor Jesús nos ha dado,

Por su testimonio ¿Cuántos a sus pies no han llegado?

 En Mateo once veintinueve esta orden recibimos:

Aprended de mí y hallaréis descanso para el alma”.

Por lo tanto, si atendemos su voz y a Él seguimos,

Viviremos en completa paz y en absoluta calma.

 Vivamos en la tierra con corazones agradecidos,

Pues, es un alto honor cuando le servimos a él.

Para que al llegar a Dios seamos reconocidos,

Al oír: “disfruta de mi gozo buen siervo y fiel”.

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