Cuando preferirías saltarte la Navidad este año
Por Sheryl Boldt
Perder a un ser querido es increíblemente duro. Y ahora se acercan las fiestas. Esa silla vacía, con todos sus recuerdos y sentimientos, ahora parece ser el mueble más grande de tu casa.
Lamento mucho tu pérdida. Me sorprende lo mucho que amabas a tu padre en quien siempre podías confiar, a tu hijo enérgico e inquisitivo, a tu hermano mejor amigo o a tu cónyuge sin el cual no puedo vivir. Desafortunadamente, este amor hace que afrontar las fiestas sea aún más difícil.
Las tareas, cualquier tarea, especialmente las relacionadas con las fiestas, te resultan abrumadoras. Intentas no permitir que tu tristeza desanime a quienes te rodean, especialmente a quienes comparten tu dolor, pero muchos días fracasas.
Aprecias a los amigos que quieren estar ahí para ti, que quieren aliviar tu dolor y no tienen idea de qué decir. Esto me incluye a mí. ¿Qué palabras puedo ofrecerles para ayudarlos a atravesar este doloroso “momento más maravilloso del año”?
Conozco personalmente a algunos de ustedes. A otros, les escucho por correo electrónico y en las redes sociales. Gracias por recordarme que debo ser paciente con ustedes. Sé que todos sufren de diferentes maneras y por diferentes períodos de tiempo. Estoy desesperada por aliviar su tristeza, pero temo que mis débiles palabras suenen superficiales y solo aumenten su dolor.
Por eso, estoy orando para que Dios me muestre cómo estar ahí para ustedes. Y cuando eso no sea posible, cómo puedo orar por ustedes. Le estoy pidiendo a Dios qué hacer y cómo orar cuando no pueden dejar de llorar, cuando sienten la tentación de gritar de ira y agotamiento, y cuando realmente lo hacen.
¿Les ayudaría si también orara para que experimenten la presencia y la provisión de Dios como se describe en el Salmo 23:1 (AMPC)? “El SEÑOR es mi pastor [para alimentarme, guiarme y protegerme], nada me faltará”.
Mientras rezo, confiaré en que nuestro compasivo, comprensivo y siempre presente Pastor te ayudará a superar cada día. Que experimentarás la compasión de Dios mientras Él provee para todas tus necesidades. También rezaré para que tu Padre celestial continúe guiándote con la sabiduría que necesitas todos los días.
Y finalmente, confiaré en que al final de cada largo, largo día, podrás dormir, sintiendo Su protección sobre ti.
Que Dios te bendiga, querido amigo. Por favor, déjame saber (y a todos los que te aman) cómo podemos estar ahí para ti, no solo durante esta temporada navideña, sino durante todo el tiempo que nos necesites.
Sheryl H. Boldt escribe ficción y no ficción para niños y adultos. Sus devocionales aparecen en más de 34 periódicos. También es la autora del blog www.TodayCanBeDifferent.net. Conéctate con ella en [email protected].