23 estrellas para 2023: TWAM lanza “Nueva bandera para Florida”
Por Ben Gunter
Traducción Alejandra Rodríguez-Villar, Hanover College
Hace poco más de 200 años, en 1821, Florida se convirtió en territorio estadounidense. Eso trajo una nueva bandera para Florida, una nueva bandera donde (al igual que el año nuevo en el que nos estamos embarcando) 23 era el número mágico. Veintitrés eran los estados en la Unión y veintitrés fueron las estrellas en la bandera en el momento en el que Florida pasó de ser provincia española a posesión estadounidense.
Cambiar de bandera significó grandes cambios para los floridanos. Como el primer territorio oficialmente multicultural gobernado por los Estados Unidos, Florida era el hogar de personas con orígenes españoles, franceses, escoceses, irlandeses, crackers, criollos, caribeños, africanos y nativos americanos. Rachel Jackson, esposa del gobernador Andrew Jackson, escribió a su amiga Elizabeth Kingsley el 23 de julio de 1821 que Florida poseía “quizás una mayor diversidad de carácter, color y fisonomía y con una mayor variedad y confusión de lenguas de lo que cualquier lugar de la misma magnitud podría presumir desde los antiguos días de Babilonia. Todos los habitantes hablan español y francés. Algunos hablan cuatro o cinco idiomas. Una multitud tan mezclada, que ni tú, ni ninguno de nosotros, podríamos haber nunca imaginado”.
Esta diversidad en el nuevo territorio planteó grandes cuestiones sobre la igualdad. El Tratado de Florida garantizaba que cada habitante del territorio sería “tendría acceso al disfrute de todos los privilegios, derechos e inmunidades de los ciudadanos de los Estados Unidos”. Pero las políticas españolas promovían la convivencia con los nativos floridanos, políticas de las que todavía se puede ver evidencia en la Misión San Luis de Tallahassee. Esas políticas diferían drásticamente de los planes estadounidenses para la segregación de los indígenas. Y la ley estadounidense definía la esclavitud como un sistema basado en la raza donde los blancos poseían a los negros como bienes muebles, mientras que la ley española protegía los derechos humanos básicos de todas las personas esclavizadas y proporcionaba amplias oportunidades para que los esclavos obtuvieran su libertad. Bajo la nueva bandera que ondeaba sobre Florida, ¿cómo serían la libertad y la justicia para todos?
Theater with a Mission (TWAM) saluda “Una nueva bandera para Florida” con historias que nos enfrentan cara a cara con esta gran pregunta. Una de las historias de TWAM nos lleva a Pensacola, donde tuvieron lugar las ceremonias del cambio de bandera el 17 de julio de 1821. La historia casi olvidada que TWAM vuelve a contar enfrenta al gobernador español saliente José María Callava contra el gobernador entrante de los Estados Unidos, Andrew Jackson. Con roles sustanciosos para una “mulata nativa de Florida” llamada Mercedes Vidal y el recién nombrado juez estadounidense Eligius Fromentin, resumimos aquí la trama en pocas palabras:
La señora Vidal le pide al gobernador Jackson, famoso por defender a las mujeres agraviadas, que resuelva una reclamación de tierras para ella, una reclamación que ha estado paralizada en los tribunales españoles durante años. El gobernador Jackson ordena al gobernador Callava que le entregue los documentos judiciales. Sin permiso previo de Cuba, Callava declina. Jackson envía a Callava a la cárcel. El juez Fromentin, horrorizado por este prepotente comportamiento, ordena que Callava sea liberado. Jackson revoca el recurso de habeas corpus de Fromentin, dejando a Callava encarcelado durante la noche (donde el arrollador español organiza una fiesta en prisión para sus amigos) y evidenciando la lucha sobre quién tiene la última palabra para hacer cumplir la ley estadounidense, una lucha que todavía presente en la vida pública estadounidense contemporánea.
Nuestro público puede sumergirse más profundamente en esta historia que tantos titulares generó, y que TWAM dramatiza como “The Habeas Corpus Fracas”, incluso antes de que esta suba al escenario. Visiten www.theaterwithamission.com para descubrir relatos de testigos oculares de 1821 sobre la colisión cultural que acompañó el cambio de banderas en Pensacola, para ver retratos de los pintorescos personajes involucrados, para escuchar muestras de las canciones que el gobernador Callava podría haber cantado durante su fiesta en la prisión, y para aprender más sobre Rachel Jackson y Mercedes Vidal, las mujeres agraviadas en el corazón de este capítulo de la historia de Estados Unidos. ¡Veintitrés vivas por Florida!